Gente que Inspira

Cupidos furtivos que van y vienen, da lo mismo. Por ahora sólo disfrutar el momento. Qué mas puedo decir... Para él, sólo él...

Gestos imposibles,

miradas inexistentes.

Suave indiferencia de kilómetros incontables

y escasos centímetros.

Me río de mis oscuridades,

silencios culpables

y sonrisas cómplices.

Guárdame en tu silencio,

en tus recuerdos recónditos,

piel de manzana,

cabello de canela,

manos de cielo

y luces gacela;

la delgadez extrema

y la fragilidad de tus pasos.

Ángel de mañana

abandonas la tarde a su suerte

y yo espero tu regreso

hasta el próximo amanecer.

Medio huérfano de vida,

en la palidez propia

de los años escasos.

Tiritas de a poco,

en concentración última de minutos en prisa,

sentado,

pareces niño,

juegas con tus pies

cubiertos desde cerca y lejos.