Sumergida en las acciones,
escondida de las palabras.
Se convierte mi cuerpo
en recolector de las angustias.
Depositaria de realidades múltiples
caen impulsos de soledad.
Juntando trozos de vivencias
se arma la imagen de mí.
Cambiante el reflejo etéreo,
las sonrisas y las lágrimas.
Los sueños se mezclan
con la esquiva realidad.