lunes, 20 de diciembre de 2010

Crítica social

Me asombra lo mucho que exigimos de las instituciones, los gobiernos, las municipalidades. Cada cierto tiempo aparece alguien en televisión diciendo que demandará al estado por no sé qué. Una persona está enferma hace mucho tiempo, no se trata, tiene una complicación severa o muere y es culpa del médico porque "no le explicó" (se me olvidaba que nosotros recetamos cosas porque es entretenido, no es que el paciente lo necesite, es nuestro capricho... mmm... yo sé que hay hartos colegas que no explican, pero los pacientes tampoco insisten en preguntar!), en la micro se sube una mujer con su hijo chico, antes la mamá se sentaba y su hijo iba sobre las rodillas de ella. Ahora se sienta el hijo y la madre se queda de pie!!!! Le enseñamos que él es más importante que su madre!!! Dónde está la enseñanza de la autoridad? Un flaite se sube al metro-micro-lo que sea, pone una música horrenda en su celular a todo volumen!! Le dices que se ponga audífonos y no pasa nada, NADA!! Te dice "No" y mira a otro lado...

Como sociedad estamos enfermos. No se enseña el respeto en ninguna parte. Los profesores perdieron su autoridad, los padres, las figuras de instituciones y cargos importantes. Entonces después pedimos que la cosa funcione... Si lo que estamos enseñando es individualismo, qué importa cómo funcione para otro? Tenemos puros derechos, no tenemos ninguna obligación... Así no se puede.

lunes, 25 de octubre de 2010

Tolerancia a la frustración y otras emociones


Hay muchas cosas que me sorprenden en mi práctica diaria, especialmente en salud mental. Pero sobre todo, me asombra la escasa capacidad que tenemos de tolerar las emociones "negativas" (si es que se pueden llamar así) o que generen displacer.

Por un lado, veo pacientes que por ejemplo pueden estar en duelo agudo (digamos fallecimiento de personas muy significativas, separación matrimonial, etc) y el paciente refiere que "su familia lo mandó a consultar". Me refiero, por ejemplo, a que el evento haya ocurrido 3 semanas previa a la consulta.

Se nos olvidó que existen emociones normales en el curso de la vida, que no es normal permanecer indolentes ante un evento doloroso o traumático, que estas instancias son necesarias para crecer. El dolor y la angustia no son tolerados, y deben ser remediados y eliminados lo antes posible, no importa el proceso de elaboración y acomodación que debe venir detrás. Quieren "estar bien", más allá de la naturaleza del proceso, sin recorrer el camino.

No quiero decir con esto que debamos tener cierta predisposición autoflagelante frente al sufrimiento, pero sí reconocer que forma parte de la gama de emociones que se viven en una vida común y corriente.

Otra manifestación de esto la veo en mis pacientes tratados por depresión, y que de repente les ocurren sucesos comunes (alguna discusión familiar, una idea que no resultó, una desilución) e inmediatamente llegan "mal", típica frase "me deprimí más". Y explorando, finalmente lo que ocurre es que la expectativa del tratamiento es irreal, una especie de "me mantendré feliz no importando lo que pase", cuando en realidad eso no puede existir, no es natural...

Creo que nos hace falta reconocernos como personas, que más allá de "debo estar bien para todo lo que debo hacer", no somos máquinas de hacer... es lo que nos distingue de lo no-vivo, de los robots que pueden hacer todas esas cosas... La emoción es nuestro sello.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Actualización

Algunos poemas que quedaron dando vueltas...

Ambivalencia (2)

Estoy cansada de tu ambivalencia,
en que has sido todo y nada a la vez.
Se te olvidaron los momentos
hasta que alguien desechó tus sueños,
y recordaste mi presencia entre las sombras.
Soy tu ausente decisión,
y ya es muy tarde.
No volveré a dejar todo atrás,
somos sólo mi silencio y yo en quien creer.

Clausurado

En la espera
en que laten en silencio
las palabras,
compruebo mis entradas
y clausuro mis salidas.

Me canso de esperar,
mil preguntas me atraviesan
en la irracionalidad absoluta
de los gestos.

Tengo miedo de tu miedo,
de la incertidumbre de tus traumas,
de la maraña de tu silencio.


martes, 29 de junio de 2010

Tras las muertes...


Para una gran amiga, ojalá pudiera aliviar tu dolor...



I


En esta situación

se muestra la fragilidad de la existencia.

Y en nuestro existencialismo oculto

pensamos en "lo que vale",

se nos olvida al atravesar la puerta del salón.

Mientras otros

viven el dolor de la pérdida

intentamos ser miel entre las lágrimas

y caemos de rodillas ante el intento vano.

Porque hay cosas que no tienen consuelo,

dolores que no tienen medida,

sentimientos que no se expresan.

Somos

un pobre escudo del dolor agujereado,

una frágil polilla de recuerdos.

"No somos nada" dirá nuestro mentado existencialismo

para acallar nuestras conciencias culpables.




II


¿No te cansa?

Observarnos a todos,

contar una y mil veces

cómo ocurrió tu dolor.

Tolerar nuestras preguntas,

olvidar tu cansancio,

revivir los momentos...

¿No te cansa?

¿Somos acaso tu estorbo,

tu agonía,

tu aflicción?


III


Las luces seapagaron de a poco.

El silencio finalmente inundó el alma,

y estamos hoy observando tu descanso,

observando a los que te quisieron,

contemplando un dolor compartido,

intentando ser consuelo en la noche.

Y no sirvo, no sirvo para aplacar tu dolor,

sino para callarme y esperar tu grito,

para ser tu hombro si caes,

para un comentario mordaz

que te regale una sonrisa leve,

para compartir tus recuerdos

y desterrar los olvidos.

Pues casi todo eso lo haces tú

y ya no sé

si te doy más trabajo que la ausencia...

lunes, 28 de junio de 2010

Rescatados


Aquí van un par de rescatados medio viejitos, pero encontrados en el baúl de los recuerdos...


Las Siniestras

Aún no lo creo.

La ocurrencia en paralelo de las siniestras.

Oscuras trabajando,

las conjunciones del destino

hasta clavarse impunes

contra el cemento

de nuestras almas.

Las siniestras se callan

y en la ráfaga cómplice

del ladrón

se roban de a poco

el colectivo de sueños.



Trozos

Te echaste los trozos de mi alma al bolsillo,

uno a uno los recogiste.

En tu perpetuo pañuelo reunidos

los despojos del sentido sin razón,

ahora nublan un pantalón de lavadora

hurgan en la lavaza del desdén.

Los pedazos que se perdieron de tu vista

son lo que queda de mi ajuar,

a ver si a la próxima escarmiento,

si una vez más entrego una lágrima.

lunes, 17 de mayo de 2010

Redes de Mujeres



Las redes de mujeres son extremadamente poderosas. Ante algún evento que ocurra donde hay alguna amiga involucrada, las mujeres que la conocen conforman un entramado dinámico y flexible que responde a la necesidad urgente, que sostiene, moviliza, busca, acciona, coerciona los sistemas si es preciso. Pese a la distancia emocional o física, las mujeres encuentran los caminos posibles para la resolución de las situaciones.

Estoy viviendo la fuerza de esa red. Soy parte de esa red. Y me parece impresionante la generosidad y la entrega femeninas, a veces tan vilipendiada en el contexto de las envidias y traiciones. Cuando somos realmente necesarias, las mujeres dejamos atrás ese tipo de actitudes y nos involucramos en las circunstancias hasta el punto de ser una con ellas, hasta el punto de modificar una realidad que parece infranqueable. El poder de la determinación y la unión logra bastante más que el exterior.

Por eso, mujeres, nunca descuiden a sus pares, hermanas, amigas, hijas, madres. Somos todas una trama impredecible, pese a veces a nuestro silencio y nuestra aparente ausencia, nuestros dedos y nuestros ojos están allí, expectantes, movilizando los hilos invisibles de la realidad. Aunque no lo parezca.

domingo, 9 de mayo de 2010

Casa de Reposo




Cuando me abren la puerta
siento ese olor recurrente a enfermedad.
Ese que varía un poco de casa en casa
que habla a veces del descuido,
otras de la rabia,
otras del sobrepaso.

sábado, 8 de mayo de 2010

A Lucy


(y todos esos seres que nos acompañan siendo silenciosos, ayudándonos...)



Ante tu dolor, mujer,
me inclino.
Tu mirada sencilla,
tus pasos humildes
y tu gesto dulce
son la conquista del cielo
en el mundo de infierno
en que caminas.

Y el sufrimiento golpeó tu semblante pronto,
vino para quedarse
para consumir tu vida.
Esos minutos que te hemos robado
segundo a segundo,
mientras cuidas nuestras casas.

Tu moreno rostro
que pese a todo,
sólo tiene una sonrisa para mí,
me conmueve
y me da culpa,
porque todas las Lucys
son tú,
y se nos olvidan sus caras,
sus sufrimientos, sus vestigios.

Tu vida transcurre entre nuestras vidas,
vives a través de nosotros
y nosotros vivimos a través de ti,
por tu espacio invadido
en una vida lejana a los tuyos.

¿Podrás algún día perdonarme
por robar tus instantes
con la aspiradora?
¿Podré agradecerte lo suficiente
la sustracción de tus segundos
entre mis días?
Porque mientras lo pienso,
tú me miras
y sonríes.

martes, 4 de mayo de 2010

Recovecos del alma humana



Cada día que pasa, me toca ver un buen número de pacientes. Cada día estoy expuesta a un número de realidades que a veces abro, y muchas veces no. Y finalmente, no dejo de sorprenderme de todo lo que un ser humano es capaz de soportar, de lo que un ser humano es capaz de sufrir, y de cómo un ser humano es capaz de hacerse sufrir a sí mismo. El espíritu autodestructivo ante una desgracia es enorme, y va desde la autocrítica más oculta hasta el mismísimo daño físico descarnado, pasando por la negligencia ante los propios procesos y enfermedades.

Hoy vi una paciente que vivió una situación límite. Y que no se atreve a decirle a sus seres queridos lo que ha vivido por el estigma social. El estigma de una situación que no fue directamente generada ni vivida por ella, pero que sí recibió sus más horrendas consecuencias y cambió su vida para siempre. Y a pesar de que esa persona ya noestá entre nosotros, aún le genera un dolor que persiste, un dolor que no puede (debe?) desahogar por no someter a esa persona a un juicio social. Entre la lealtad y la autodestrucción, entre la falta de perdón y el no perdonarse a sí misma, entre la autocompasión y la rabia, transita la vida de esta mujer, que sin embargo a su alrededor le entrega lo mejor posible. Y sin embargo ella se daña persistentemente, a ojos vistas, se mutila sin cortarse, se odia sin decirlo... Cómo abrimos la puerta para que salga este sufrimiento? Cómo se obtiene el perdón de sí mismo? Cómo se elimina la rabia a pesar de los años? 10 años lleva esta mujer en este terrible camino, en terapia, en tratamiento, sufriendo en silencio donde eran 2 y ahora somos 3 los que sabemos y reconocemos su calvario personal. Cómo te ayudo, mujer?

domingo, 25 de abril de 2010

Trabajando muchas horas y respuesta masculina a la situación




Es verdad. Estoy trabajando muchísimo, muchas horas a la semana. Lo hago, eso sí, con una finalidad específica, no sólo por el vil y sucio (o sea, lo necesito para mi finalidad, pero no es mi fin).
Incréiblemente, me las he arreglado para mantener el contacto con mis amigos, no faltar a cumpleaños, cenas, alguna junta, misa conmemorativa o lo que se aparezca en el camino. Parece que mientras más te apretan el tiempo, más malabares haces para hacerlo rendir (valga la redundancia...)

Pero algo que me llama profundamente la atención del momento en que por alguna razón alguien me pregunta "¿Dónde trabajas?" y comienza la larga lista de lugares en que me estoy desempeñando, me preguntan: "¿Y tienes pareja?" (bajo el trasfondo de que "ninguno aguantaría esta situación")... Lo increíble de esta pregunta es que, aunque sea verdad que se tiene menos tiempo para compartir con alguien, no crean capaz a un hombre de acompañar a una mujer en la consecución de un sueño, aceptando cambiar tiempo por felicidad futura. Eso habla más o menos mal de ustedes, chicos, piénsenlo... ¿Qué porcentaje de ustedes es capaz? ¿Qué porcentaje de ustedes está dispuesto al sacrificio por alguien que aman, aunque eso signifique compartir menos tiempo con esa persona, cuán fuerte es el amor versus la necesidad? Me gustaría saber qué opinan...

PD: Obvio que esto es ante una situación temporal, para siempre no lo aguanta nadie =P

sábado, 17 de abril de 2010

Realidades


Atada entre los lazos de mis sueños
que me liberan y me cazan a la vez.
Prisionera de cadenas que he buscado
para ejercer mi libertad.

Sin embargo encuentro espacios de respiro
entre las prisas que en silencio me convocan.
Cuando todos observan las sonrisas
donde se esconden las horas de desvelo
no pueden ver las realidades
que se multiplican tras mis puertas últimas.


sábado, 3 de abril de 2010

De Supermercado



En el supermercado
llevo un carro de soledad.
Echo todo para uno,
no tengo a quién preguntarle sus gustos,
excepto a mi gata que no me cuenta...

Es en esos momentos
cuando siento la profunda compañía de la ausencia,
y de tanto odiarla
me estoy haciendo su amiga
resignándome a su presencia constante,
me acostumbro al eco de sus pasos.

La soledad de supermercado
es un ejemplo de mi propia soledad.
Un par de litros de jugo,
una bolsa chica de pan,
tres tomates
delatan mi condición de independencia
y de vacío hogareño
(excepto el alimento de gato,
la arena y los juguetes).

Cuando llego a casa
mi cuadrúpeda es la única que revisa las bolsas,
buscando alguna golosina.
Nadie me pregunta si traje algo rico
o eso que me había encargado,
o si me acordé de esa mermelada tan buena...

La soledad de supermercado
llena mis bolsas,
mis días
y hasta mi refrigerador.

domingo, 28 de marzo de 2010

La Piedad


Ayer en turno vi una escena que me tocó profundamente. Tuve que ir a ver a un paciente de 93 años, extremadamente deteriorado, con una neumonia en tratamiento de esas muy malas... En un paciente que no iba a resistirla, y su familia ya lo sabía. Enflaquecido, viejito, medio obnubilado, profundamente deshidratado. Empecé a hablar con el hijo, indagando el motivo del llamado y además con una especie de sentimiento de rabia que me invadía, mezclado por la profunda tristeza. Porque cuando entramos, el olor a orina aconchada hace varias horas, a poco aseo, a falta de cuidado, se hacía patente. El hijo nos dijo "Desde esta semana que está postrado no más..." mientras mirábamos los parches de las múltiples escaras que tenía... Finalmente, de mentiras verdad y después de muchas vueltas, sacamos que la verdad es que este paciente llevaba más de 2 años enfermo, deteriorándose...
Cuando llegamos, como dije, estaba profundamente deshidratado, con sus ojitos abiertos que no se cerraban, mirando a algún punto en el horizonte, respirando dificultosamente (aunque menos de lo que hubiera esperado)... Al examinarlo tuve que darlo vuelta y encontrarme con ese pañal en la cama lleno de orina de quizás cuándo, enfrentando al hijo me dijo que lo había "cambiado recién"...
Una vez que empezamos a hidratarlo, este abuelito pareció activarse... Y a quien se acercara a su lado le estiraba su mano enflaquecida, no sabíamos qué era lo que quería. Venía su hijo y le hacía una especie de cariño medio brusco, le limpiaba los ojos sin delicadeza, le echaba a un lado esa mano que tanto costaba estirar... Me dolía, me dolía tanto todo ese abandono...
Cuando llegó la hora de retirarnos, al terminar nuestro trabajo, pasé nuevamente al lado de él, que una vez más me estiraba su mano. La tomé y me apretó fuerte, lo apreté de vuelta, me hubiera quedado ahí un tiempo más largo de ser posible... Tal vez no podíamos darle más que un poco de hidratación para su cuerpo, pero sí podíamos darle un poco de amor: nadie es tan pobre que no pueda darlo. Y fue ahí cuando me pregunté qué es realmente la piedad.

sábado, 6 de marzo de 2010

Terremoto en Chile 2



Ha pasado ya una semana desde el terremoto en Chile. Algo más se ha logrado en materia de orden. Hemos visto aparecer lo mejor y lo peor de las personas. Algunas cosas se han regularizado, otras no. Pero si hay algo que ha surgido es la fuerza y la solidaridad de mi gente, la capacidad de levantarse en medio del dolor y la destrucción, de a pesar de la pérdida de seres queridos, de todos sus enseres, son capaces de decir "esto no me la va a ganar, me voy a levantar!"... La generosidad de personas que han entregado parte de su tiempo y sus ingresos... Ciertamente son los momentos en que me siento orgullosa de ser chilena... Cuando veo la foto de este hombre que encuentra entre los restos de su pueblo una bandera maltrecha, y es capaz de enarbolarla, de mostrarnos que entre todo lo malo que nos ha pasado, nos queda el orgullo de ser capaces de resurgir, de sacar lo más profundo de nuestras raíces y potenciarnos con una fuerza inusitada... ARRIBA CHILE!!! JUNTOS PODEMOS!!!

domingo, 28 de febrero de 2010

Terremoto en Chile




La madrugada del 27 de febrero del 2010 será inolvidable para casi todos los chilenos. Pasadas las 3:30 de la mañana despertamos sacudidos por un terremoto que nos sacudió los cimientos más profundos de nuestras casas y de nuestra seguridad.

Hoy siento angustia. Hoy mis padres están cerca del epicentro, una de las ciudades devastadas. Sé que están intactos, pero no tienen agua y no sé si tienen comida. La angustia me embarga y lo peor es la impotencia de saber que no puedo hacer mucho. Un amigo me dijo que su abuelo le pidió no viajar, porque "una persona más es un problema más". Es terrible, pero lo que quisiera hacer es sacar a mi familia de ahí, traerla a mi casa y apoyar con lo que sea necesario.

Soy afortunada. Mi barrio es como un mundo paralelo, donde si no fuera por el caos en los supermercados y en las estaciones de servicio no tendría manera de saber que hay algún indicio de lo vivido hace tan poco tiempo. Y mi agradecimiento se mezcla con la impotencia de saber que los míos y que tantos otros no tienen mi suerte, y que están viviendo horas de infierno y desesperación.

La incertidumbre de lo que va a pasar es increíble. "Chile tiene que volver a trabajar mañana". Y son capaces de asegurarme que no me quedaré sin bencina en caso de urgencia? Odio tener que pensar en trabajar cuando no sé aún si las personas que más quiero están bien. Pero para hacer frente a toda esta contingencia y a la incertidumbre de lo que viene, tengo que hacerlo, si no se trabaja no se come... Sueño con traer a mi familia a Santiago, pero así... Tal vez pueda llegar, pero no hay bencina allá para devolverme! La razón y el corazón se encuentran y chocan, espero que todo salga de la mejor manera posible, esto es desesperante. Que Dios se apiade de todos los que viven (y a la distancia vivimos) esta tragedia.

sábado, 13 de febrero de 2010

Annabel Lee



Un poema que me sorprendió por su belleza, de un amor que creo que hoy en día casi no vemos...

Annabel Lee


It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of ANNABEL LEE;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.

I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea;
But we loved with a love that was more than love-
I and my Annabel Lee;
With a love that the winged seraphs of heaven
Coveted her and me.

And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsman came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.

The angels, not half so happy in heaven,
Went envying her and me-
Yes!- that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my Annabel Lee.

But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we-
Of many far wiser than we-
And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee.

For the moon never beams without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise but I feel the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
Of my darling- my darling- my life and my bride,
In the sepulchre there by the sea,
In her tomb by the sounding sea.

Edgar Allan Poe

domingo, 31 de enero de 2010

Condena




¿Cómo se doblega
la condena de la soledad?
¿Existe la amnistía, el indulto,
la piedad?
Porque tras la puerta
las lágrimas invisibles hacen su juego,
los ojos buscan su horizonte en par.