lunes, 1 de diciembre de 2008

Dispersa




Sumergida en las acciones,

escondida de las palabras.


Se convierte mi cuerpo

en recolector de las angustias.


Depositaria de realidades múltiples

caen impulsos de soledad.


Juntando trozos de vivencias

se arma la imagen de mí.


Cambiante el reflejo etéreo,

las sonrisas y las lágrimas.


Los sueños se mezclan

con la esquiva realidad.