Aquí van un par de rescatados medio viejitos, pero encontrados en el baúl de los recuerdos...
Las Siniestras
Aún no lo creo.
La ocurrencia en paralelo de las siniestras.
Oscuras trabajando,
las conjunciones del destino
hasta clavarse impunes
contra el cemento
de nuestras almas.
Las siniestras se callan
y en la ráfaga cómplice
del ladrón
se roban de a poco
el colectivo de sueños.
Trozos
Te echaste los trozos de mi alma al bolsillo,
uno a uno los recogiste.
En tu perpetuo pañuelo reunidos
los despojos del sentido sin razón,
ahora nublan un pantalón de lavadora
hurgan en la lavaza del desdén.
Los pedazos que se perdieron de tu vista
son lo que queda de mi ajuar,
a ver si a la próxima escarmiento,
si una vez más entrego una lágrima.
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