lunes, 8 de junio de 2015

Formas de amar


Varias veces a lo largo de distintos relatos de distintas parejas me he encontrado con que cada uno de los miembros de esta pareja tiene ciertas quejas o reparos que hacer del otro. Bueno, nadie es perfecto. Pero en ciertas ocasiones me he topado con algo que es bastante llamativo: a veces cada uno ama profundamente al otro, pero lo que sucede es que tienen distintas formas de amar. Es decir, demuestran su amor al otro de maneras que el otro no interpreta como un gesto de amor.
Estos desencuentros radican en 3 cosas: la forma en que aprendimos a amar según lo que vimos en nuestras casas o la idea que tenemos del amor, las expectativas que tenemos del otro y la falta de comunicación efectiva, la dificultad de preguntar por un lado y explicitar por el otro tanto nuestras intenciones al hacer un gesto como la de decirle al otro que amamos nuestra necesidad, y cómo creemos que esta necesidad puede ser satisfecha. 
Entonces, en este escenario, ocurren ciertas situaciones que sin intención alguna desde los miembros de la pareja produce desencuentros y malos entendidos. Un dolor que cada uno no comprende de dónde viene, no lo desea y menos quiso provocarlo.
La clave cuando estas situaciones ocurren creo que está en trascender  ese dolor y directamente preguntar al otro qué es lo que ocurre, o preguntarse a uno mismo qué me está pasando con esto, qué estoy interpretando de este gesto. Las respuestas de ambos lados pueden ser sorprendentes.
Y bueno, por otro lado se puede tener un poco de suerte, o buscar activamente alguien que ame de la forma que uno necesita o quiere. Una de las sensaciones más plenas que puede existir. Es una fortuna infinita, pero lo bueno es saber que puede construirse. Hay que tener cuidado eso sí con ser transparente en la propia forma de amar, por un lado, y de no idealizar a la pareja, por el otro. Larga tarea, pero sin duda una tarea maravillosa.

No hay comentarios: