Más poemas

No he tenido tiempo para escribir mucho, pero dejo algunos de los poemas que han surgio durante estas dos semanas...

Cansada

Cansada
de aparentar una sonrisa
cuando en mi alma
mueren de a uno los soles.

Las marcas que dejaron
los grises infiernos
se fundieron en el volumen
que cubría mi espacio.

Hoy soy otra
y la misma del oprobio…
Las sonrisas de labios abundan
mientras las rojas lágrimas
circulan por mí.

Bálsamo de sedas,
para curar los trozos
que cayeron del cielo.

Virtiendo sin piedad
el hirviente aceite
de mi voluntad perdida
y recuperada a sangre.

Contenido

Me ahogo en el dolor
contenido en esta copa,
que sólo me muestra
el reflejo de tu olvido.

Incluso en perpetuo vacío,
no hay quien la salve.

Perpetuando este silencio
mientras se curan las heridas.
Deja su marca, la cicatriz
estrechando los bordes de mi piel.

Y hace daño en los trozos,
las piezas que quedaron.

Envuelta

Mujer envuelta en el aliento de tus ojos,
observas, sin mirar
tras las cortinas.
Y te escondes, sin saberlo, de mis pasos
¿Cómo se convence a las miradas
de encontrar lo oculto tras la piel?

Inexacto

Inexacto tiempo.
Tus horas y las mías
son en su capricho
brisa del absurdo.

Invisible

Soy de aire.
Inconstante, en movimiento,
traslúcida,
no ocupo lugar ni espacio.

Me atraviesan las miradas,
porque nadie se detiene
a observar tras las líneas.

Y me desdibujo
mi presencia se hace viento,
los rayos buscan el vacío.

Madrugadas

En madrugadas de silencio
ausculto mi fe que palpita,
débil, en su ocaso
llega la tarde en su soplo.

Mar

En mi mar descansan
las obsesiones
de tu profundidad.

Se desplazan en blanco
las azucenas
de mi espíritu.

Se entierran en la arena
uno a uno los recuerdos
que finalmente nadan
en océanos de olvido.

Se construyen raudas
las ilusiones nuevas
volviéndose islas
de las ausencias pasadas.

En tus olas se guardan
los misterios cobijados
por la pasión de ocaso.

Y Él sigue lavando mis pies
con sus lágrimas de mar.

En tus pestañas se clavan
las gotas
que evidencian el dolor.

Mentir

No voy a mentir.
Mis ojos dirán
más de lo que se oye.

Sinuosa

Soy mujer sinuosa
hecha de caderas y vendaval.
Entre los vientos que me envuelven
está el hambre que solloza.

Sola

En mi rincón oculto
de las agrias luces.
Ahí me dejaste
envuelta en silencio.

Esta vez tu silencio,
la mudez del oprobio.
El absurdo ensoñado,
entre el doliente beso
y el recuerdo sangrante.

Sola.
En el eco de los pasos no dados,
que guardaban para siempre
la niebla que te esconde.

En soledad cobarde,
de no atreverse a gemir el hambre,
por el miedo que insulta
al robar los besos.

Volar

Entre tus palabras
se asoma tímida la verdad.
El tiempo atrasado olvida
que en sus pasos están las respuestas.

Y en las sílabas entrecortadas
está la realidad oculta
de saber que las alas
están listas para desplegarse.
Las plumas no crecen hasta el hastío,
volar es incierto entre las gotas.

Se aquietan los latidos
en su cadencia insistente.