Poco somos. Tan escasos. Creemos que somos tanto, y somos una fracción infinitesimal del mundo. Cada uno, en su a la vez eterno infinito interior, somos tan ínfimos...
Vivimos nuestra vida creyendo que generamos un tremendo impacto, que todo lo que nos pasa es enorme. Y sí, tal vez en el entorno inmediato lo hacemos, pero somos escasos. Llenamos entre todos un vacío intenso.
Y ese es el vacío de estos días. La melancolía eterna... Mañana pasará.
Y moriré de silencio
contenido en mi pléyade.
Me olvidarás
aunque mis pasos te sigan
al abismo de la pérdida.
Y enjugaré el duelo
en tus ropas de indiferencia
cuando tus albas manos
atraviesen mi espalda.
Jamás conocerás
las esperas de las ansias
en su corrosivo insulto
de laxitud incomprendido.
No lo sé,
no quiero saberlo
porque me sumergiré hasta el borde
del desencuentro encandilado...
1 comentario:
UAU
ESA PARTE DE LA PLEYADE ES MUY POTENTE Y EL POEMA EN GENERAL ME LLEGÓ MUCHO, EL PENSAMIENTO DE QUE SOMOS TAN ÍNFIMOS ES TAN CIERTO Y QUE NOS CREEMOS TAN IMPORTANTES EN EL SENTIDO DE NUESTRA HUELLA EN ESTA TIERRA, CREO QUE DEBERÍAMOS SER MÁS HUMILDES Y UBICARNOS NUESTRA PEQUEÑEZ, SI SOLO BASTA VER NUESTROS CUERPOS DESDE UNA ALTURA, SIMPLES HORMIGUITAS,
MA PAZ FELICITACIONES POR EL PENSAMIENTO Y EL POEMA.
Publicar un comentario