Nosotras. Mujeres.
Somos muy particulares las mujeres. No pretendo hacer un escrito feminista, sino que sólo reflexionar sobre la multiplicidad de roles que somos capaces de desarrollar.
En tan pocos años y en un mundo predominantemente masculino, hemos aprendido como género a utilizar y desarrollar todas nuestras potencialidades. Somos exitosas y talentosas, tenemos paciencia e intuición, somos apasionadas por lo que hacemos y llevamos muchas labores adelante.
Pero lo que más me asombra de nosotras mujeres es la capacidad de generar redes. redes que nos sostienen y acogen cuando todo lo demás anda mal, o se regocijan y celebran cuando todo anda bien. Esa capacidad empática de comprender y compartir vivencias es sorprendente.
Al pasar de los años, cada vez se amplía este círculo. Tal vez no en número, pero sí en su acogida. Las nuevas vivencias que se van atesorando nos van regalando habilidades para comprender, nuestros brazos pareciera que se van haciendo más grandes, la experiencia de ser madres entrena en la entrega...
Gracias a Dios existen las amigas en el camino. Gracias a todas ustedes, lindas.
Y a todos los hombres que a veces no comprenden, se ríen de la complicidad, de esa manera de ser tan "minas", de que nos vayamos a conversar al baño... Ojalá nos midieran un poco más por el contenido de nuestro corazón que por los centímetros de nuestras cinturas, ojalá pudieran regalarnos un poco más de honestidad y menos decepciones (sorry por lo fuerte de la palabra), más sonrisas y menos lágrimas... Con un esfuerzo conjunto de comprendernos mejor, quizás cuántos sufrimientos nos ahorraríamos...
Hay mucho más que decir. Pero lo dejaré hasta aquí por hoy.