Estados Mentales Extraños

Lo que voy a escribir ahora es una serie de pedazos. Pedazos de cosas que he ido pensando durante el día y que quiero vaciar. Su coherencia no es de lo mejor, pero requiero de este humilde blog su capacidad de recepción. Pensar que decían que el papel aguantaba todo, la web también lo hace, en su inexistente y volátil papiro...

La incertidumbre del futuro. La certidumbre a la vez. Sé qué es lo más probable que esté haciendo en un año más, no sé en qué condiciones. Por ahora, me angustia un poco el saber que hay tantas cosas por hacer que deben ser completadas pronto. Se termina una nueva etapa, comienza otra que promete mucho... Por un lado ya casi no puedo esperar. Estoy esperando que diciembre llegue pronto!!!!!

Las noticias de las personas a veces generan en mí reacciones extrañas. En algunas cosas me siento un poco vigilada, una especie de inequidad ante saber que lo que a mí me sucede es sabido por algunas personas que preferiría que no supieran. No hago nada extraño, nada fuera de lo usual, pero el sólo hecho de saber que mis pasos pueden ser vigilados sin dificultad me molesta. A mí no me interesa vigilar pasos ajenos, pero tristemente me he dado cuenta de que mucha gente observa más de lo que yo creía.

Y lo otro que me ha dado muchas vueltas estos días es algo que siento hace ya años... El sentirme una extraña, el saber que tal vez de haber nacido en otra época todo me acomodaría más. Aunque la posibilidad de ser lo que soy no la cambio por nada, me siento algo vieja en mi mundo. Joven de edad, envejecida desde adentro. Quién diría.