martes, 18 de diciembre de 2007

Otros Mundos


Cada persona guarda dentro de sí mundos inimaginables. Cada persona vive y percibe de maneras que cuesta dimensionar, en ocasiones.


Y entrar a esos mundos es un verdadero privilegio. La capacidad de comprender un poco entre las miradas, las sonrisas, las entonaciones de lo que se dice. La posibilidad de abrir un poco las confianzas y sutilmente escabullirse entre las miradas.


Vuelvo al tema del dolor. A ese que le tenemos tanto miedo... No me explico ese pánico a sufrir (no es falta de empatía, yo también he sufrido!!!). El dolor es parte de nuestra historia, de nuestro crecimiento. Las lágrimas lavan el alma y sanan muchas de las heridas que nos inflinge la vida... Sólo si dejamos de temerle es más fácil sobrellevarlo... Y por qué no decirlo, dejarnos crecer con él. Y no hablo de masoquismo, sino de dejar fluir lo que en realidad se siente. Porque todo lo que no se deja fluir, en algun momento se desborda.

1 comentario:

fenix_82 dijo...

A veces las cosas suceden por algo. Nosotros no somos más que la consecuencia a una larga lista de decisiones. En si mismas, las decisiones no son ni buenas ni malas, sino que debemos jusgar al producto de esas acciones.
He pasado por muchas cosas, y he cometido algunos desaciertos. Ciertas cosas que hice mal o dejé de hacer me pesan en la conciencia. Pero luego de una plática que tuve ayer con una amiga, me di cuenta que a veces nos ahogamos en vasos de agua (que a veces ni siquiera estan llenos). Uno siempre trata de ver el lado negro de las cosas, porque es más facil ser la victima y dar lástima que salir uno mismo del pozo. Y en realidad, ya pasé por eso y me di cuenta que sentir autocompasion no sirve si no somos capaces de poner fin a esa situacion. Pero a veces se necesita la más minima fuerza que nos ayude a salir de la inercia....