jueves, 27 de diciembre de 2007

Tiempos y Miedos


Bueno, una vez más las vacaciones dando tiempo para pensar. Más bien , dando tiempo para conversar distintos puntos de vista. Porque compartir con la gente más cercana amplía tus horizontes, te ayuda a darte cuenta de coss que no se te habían pasado por la cabeza, te ayuda a pulir esos pensamientos y sentimientos incompletos, esos a los que hay que ponerles palabras para definirlos mejor.


De partida, voy a escribir nuevamente sobre un tema que me ha rondado antes varias veces: el miedo (gracias Hortensia por ponerlo de nuevo entre mis temas). El miedo. Ese que nos maltrata y nos paraliza. Ese que nos proteje y nos ayuda a tomar mejores decisiones. Ese que debemos saber controlar para que no nos carcoma la vida. Ese mismo miedo es el que a veces no me deja saltar: por pensar demasiado las opciones, terminas por no hacer nada. El otro día un amigo me dijo: "Oye, pero si las cosas no tienen que resultar". Me dejó plop. En la obsesividad, intento a más no poder que las cosas "resulten", y el miedo a que no resulten logra, en algunas oportunidades, que no las emprenda. Parece algo muy obvio y simple (o sea, todos hemos tenido alguna vez algo que no nos resulta, no??), pero esa simple frase me quitó un tremendo peso de encima. La mayoría de las cosas que se emprenden en ciertos sentidos no resultan (por favor, no estoy hablando de una visión pesimista de la vida, sino de leyes de probabilidad). No por eso se debe dejar de intentar, pero sí saber hasta dónde presionarse o angustiarse.


Y precisamente entre esos miedos está el no comprender que las cosas vienen a su tiempo. Todo pasa por algo en un instante preciso. Les dejo estas palabras de la Biblia (con mis respetos hacia los no creyentes), que me han hecho pensar tanto estos días...


El momento oportuno (Eclesiastés 3: 1-8)

Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol

un tiempo para nacer y un tiempo para morir,

un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;

un tiempo para matar y un tiempo para curar,

un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;

un tiempo para llorar y un tiempo para reír,

un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;

un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,

un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;

un tiempo para buscar y un tiempo para perder,

un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;

un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,

un tiempo para callar y un tiempo para hablar;

un tiempo para amar y un tiempo para odiar,

un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si cierto
"las cosas no tienen porque resultar "

Y así nos dejaron en el paraiso con la libertad en nuestras manos y terminamos expulsados de el. Pero las cosas no tenian que para nada resultar...así que tanta cuestion.
Le daré vueltas al asunto a ver que mas puedo aportar a esta interesante linea de pensamiento.


Saude

RHESO