sábado, 29 de septiembre de 2007

Libertad: La extrema importancia del metro cuadrado


Ayer conversaba con un amigo sobre el metro cuadrado. Es increíble lo que el respeto o no respeto a ese espacio mínimo que todos merecemos tiene un profundo impacto en nuestras vidas. Cómo el que alguien haga desaparecer esa necesaria libertad te hace sentir disminuido, aunque no se te diga que eres feo, o malo, o tonto, la pérdida de esa parte de una persona la acaba, la hace sentir terrible. Como que ese espacio es el que en gran medida define la identidad de una persona, porque le da la posibilidad de ser como quiere ser y hacer lo que le nace.

Por eso debemos hacer que ese metro cuadrado se respete a cualquier costo. El no hacerlo respetar implica una pérdida de nuestra esencia a largo plazo, a la pérdida del sentido de la existencia y a la depresión. Nadie tiene el derecho de absorber tanto como para no permitir respirar. Nadie merece la entrada a nuestra libertad de forma tan amplia como para restringirla. No podemos permitir que lo exterior tenga tanto poder sobre nosotros. Eso habla también de la autoestima que poseemos (o no poseemos), de las bases que se nos han inculcado de lo convencidos que estamos de la forma en que somos y queremos ser. El ejercicio de la libertad en buena forma involucra un profundo autoconocimiento de lo que se es y de las convicciones que se tienen, para que no se convierta en una prisión enmascarada y manipulable desde el exterior. Y tú, cómo quieres ser??

sábado, 22 de septiembre de 2007

Identidad


Leí en la cuenta telefónica del otro día una frase que decía más o menos así: "Las tradiciones hacen nuestra identidad". Plop. Me pareció a la vez tan cierto y tan falso...

En cierto sentido es verdad, las tradiciones pueden en alguna manera formar como colectivo un sentido de identidad. Pero creo que esa identidad debe estar en alguna proporción respaldada por una comprensión de lo que somos más allá de los ritos que perpetuamos. Cuántas cosas hacemos, por ejemplo, dentro de este mismo 18 que ya pasó. ¿Cuántos saben, una vez más, lo que se celebra? ¿Cuántos saben por qué y desde cuándo la cueca es el baile nacional? En fin, muchas cosas que si supieran ser transmitidas de una forma más personal, más identificatoria, la llevaríamos como un estandarte de lo que como país somos.

En un plano más individual, la identidad requiere de mucho más que una tradición. Requiere un conocimiento acabado de lo que somos y de lo que queremos y no queremos. Y ojo, digo lo que SOMOS, porque muchos tendemos a responder ante esa pregunta lo que HACEMOS... Una pérdida de nuestro sentido de PERSONAS...

La búsqueda de la identidad es algo que vemos de forma más patente en la adolescencia. Pero creo que muchos de nosotros llegamos a ese "encuentro", a creer que lo sabemos, que hemos definido algo. Pero una vez enfrentados a la pregunta mágica de quién somos, tendemos a remitirnos a lo mismo... Qué hacemos... El otro día con un par de amigas nos reíamos, porque una de nosotras ha pasado por los más diversos estados en su búsqueda. Y le dijimos "Nosotras sabemos quién eres en realidad". Divertida frase, pero un poco osada cuando a veces no tenemos idea ni del suelo que pisamos. Já.

En fin. De a poco entre reflexión y reflexión moldeamos las creencias, buscamos al interior lo que somos (o lo que creemos que somos) Lo sabremos con certeza algún día??

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Historia de Chile


Este 18 tan largo me ha dado la posibilidad de meditar en la historia nacional. Ha sido sorprendente mi cambio en la percepción de la historia.

No sé si me equivoco, pero al menos en mis clases de historia (sin desmerecer a nadie, por favor) no recuerdo exactamente una transmisión de de la real pasión que significan todos y cada uno de los acontecimientos que se vivió en aquélla época. No la vivimos, es evidente, pero creo que es absolutamente necesario el hacernos sentir la incertidumbre, el coraje, los sueños y la lucha vivida en esa época.

Por eso aplaudo la iniciativa de generar una serie con la historia de algunos de los importantes personajes que la historia de nuestro país tiene. Aplaudo la actuación de los que en ella participaron, porque al menos hasta el momento, han sido capaces de traspasarme intensas emociones, de hacerme vibrar con la muestra de humanidad y de pasión, de deslumbrarme con las dificultades y el ingenio para sobrepasarlas. Me he sorprendido pensando “No, NOOOOOO!!!!” cuando veo que algo no resulta durante mi contemplación de las imágenes, alegrándome con los triunfos patriotas, sintiéndome casi en la carne de los protagonistas.

Así debiéramos aprender la historia. Qué importa tanta fecha, qué importa tanto orden!! Eso viene por añadidura. Pero el conseguir ambientarnos, sentirnos parte de esa historia, es algo que debiéramos lograr dentro del “programa educacional”.

No estoy de acuerdo con la guerra. Los que me conocen saben cuánto odio la violencia (llegando al punto incluso de negarme a ver ciertas películas). Pero así y todo, viendo una nación cautiva y burbujeante de intenciones propias, imaginándome el sentir de los que ahí estaban, transportándome 200 años antes, no puedo evitar sentir una suerte de orgullo. Sentir en mi propia carne la opresión, el ansia de libertad la defensa de lo propio, el reconocimiento de una identidad, ha hecho que mire con otros ojos la historia de este país largo y flaco, con sus triunfos y fracasos, sus defectos y virtudes.

Una mitad de mi sangre no pertenece a estas tierras, me ha hecho escuchar durante toda mi vida otra filosofía, otra música, otro idioma, otras costumbres. Esta larga y angosta faja de tierra es la que me vio nacer y me ha visto crecer, y cada vez más me siento más aferrada a su historia. (Suena algo ridículo que relacione esto, no estoy en ningún caso haciendo alarde de nada, sino mostrando por qué esto significa tanto para mí). Es momento de aprender más sobre nuestra patria, de ingresar y actuar en nuestro corazón la historia y hacerla parte de nosotros.

Piedras


“Una piedra en mi camino
Me enseñó que mi destino
Era llorar y llorar…”

Muchas veces cuestionamos lo que nos sucede entre porqués y cómos, pero pocas veces nos preguntamos los para qués. Encontramos que las situaciones son injustas, nos quejamos, lloramos, reclamamos. Pero pocas veces pensamos que lo que ha pasado tiene un propósito claro.
Ya sé que esto es un tema recurrente, no estoy precisamente descubriendo América. Pero de todas formas quiero desarrollar una idea que hace poco tiempo cobra sentido para mí. La he escuchado mil veces, pero es distinto escucharla que absorberla en la piel, sentirla como una verdad y asimilarla como tal.
Lo que nos sucede parece ser extrañamente movilizado por una fuerza o mano invisible. Porque en nuestro camino hay cosas que claramente las generamos nosotros, con nuestro actuar, como consecuencia o voluntariamente. Pero hay otras que parecen descabelladas, que parecen venir de la nada y con consecuencias a veces nefastas, a veces otras que son agradables sorpresas que vienen a rescatarnos de la incredulidad y la desilusión. A enseñarnos que no todo está perdido.
Pues bien. Cada cosa que ocurre nos enseña algo que necesitamos de verdad aprender. Y de hecho cuando parecen pasar una tras otras, es porque de la anterior no hemos aprendido suficiente. Y la que viene es para hacernos reflexionar de nuevo. Nada parece ocurrir por azar. Aunque de todas formas, el destino es flexible, no quiero decir con mis palabras que estuviera predeterminado o algo así, sino que nosotros lo vamos creando con nuestras necesidades de aprendizaje. No conscientemente, en muchas oportunidades. Pero al reflexionar sobre lo que ha ocurrido y ver que trasciende nuestras intenciones, hay que buscar una razón mayor. Aunque parezca no tenerla, por último es para enseñarnos una habilidad que en este momento no necesitamos, pero que posteriormente nos será necesaria para otro acontecimiento que deberemos enfrentar.
Todo tiene un sentido. Cada pieza dentro del rompecabezas tiene su función clara e iremos encontrando su lugar cuando miremos con claridad todas sus aristas y la comprendamos. Sólo entonces las piedras del camino habrán cumplido su objetivo.

martes, 18 de septiembre de 2007

Té Verde


Mientras me bebo la primera taza de una maravillosa cajita de té verde, sentí la necesidad de contarles cómo llegó este té a mí. Porque hay pequeñas grandes cosas que dan para reflexionar.

El viernes, luego de un largo día de poli y de terminar con mi última paciente (telefónica, en intento de suicidio y yo intentando detenerla), agotada pero feliz, una compañera y amiga, otra de esas personitas especiales con las que uno comete el error de muchas veces hablar poco, me pidió que la esperara. No sabía para qué, pero la esperé un rato. Ella estaba viendo un paciente y estaba siendo supervisada por una doctora, mientras un compañero y también amigo me esperaba para traerme a casa.

Me acerqué hacia donde estaba mi amiga con la doctora y la apuré un poco, preguntándole si le faltaba mucho; me pidió una vez más que la esperara, y ante mi insistencia, se levantó y sacó un paquete de regalo que estaba a sus espaldas. La sorpresa me invadió. Ella se acercó y me dijo: “Yo sé que hay que ser buena pobre, pero tú mereces esto”, y me entregó el paquete con algo cuadrado en su interior.

Sentí una oleada de emoción, de ganas de llorar tremendas. No sé por qué no pude, todavía me llenaba el momento de contención que acababa de vivir en el teléfono. La abracé y le agradecí con todo mi corazón; aún no sabía cuál era el contenido, pero eso no importaba. El contenido en esos momentos no importaba, sino la gran e inesperada nobleza de mi amiga lo llenaba todo.

Me alejé unos pasos perpleja, caminando hacia los casilleros. Ahí lo abrí y me encontré con esta cajita de té verde. Por si no lo saben, soy fanática del té. Y recordé por qué la recibí.

Un día conversando con mi amiga y compañera, Andrea, ella me ofreció del té que traía. Mientras hacíamos poli, entre paciente y paciente, tomábamos té del que ella traía, y me buscaba para ofrecerme, pues sabía de mi gran gusto por él. Y en uno de esos momentos, le comenté que por ahora el stock en casa se reducía al té de canela de té Supremo (que, sin desmerecer, no es malo) porque había que saber ser buena pobre. Que cuando hubiera sueldo compraría un té mejor.

Me llegó de una vez el recuerdo de esta conversación y quedé aún más perpleja. Porque estos pequeños grandes gestos son los que me hacen de nuevo creer en las personas. Andrea, me regalaste mucho más que un té. Me regalaste un tremendo pedazo de alegría y de Fe. Mis mayores agradecimientos para ti. Gracias por tu hermoso regalo por tu tremendo corazón por tu delicadeza. Muchas gracias. Bebo mi té a tu salud!!!

viernes, 14 de septiembre de 2007

Semanas agotadoras, se ven los frutos


Muchas veces he tenido semanas agotadoras, como todo el mundo, pero al pasar de los días se acerca cada vez más, casi imperceptiblemente, el fruto del esfuerzo denodado (Rudyard Kipling, en una de sus versiones en español de "If", alguien recuerda??). De a poquito, se acerca la fecha del egreso. De a poquito, muy de a poquito. Y mientras llega la fecha y pasan estas semanas agotadoras, me doy cuenta del aguante del ser humano y de la inmensidad de Dios. Cuando creo que ya es casi imposible aguantar, o ya no tengo Fe en mi misma, está Dios que me sostiene.

Comienza pronto la fecha donde nos volvemos locos. Ahora está este 18 justo para recargar las pilas antes de empezar con la parafernalia. Que la beca, que lleva estos papeles para allá, para acá, que falta no sé qué, que el EMN (Examen Médico Nacional) bla bla bla... Nos perdemos en la trascendencia o intrascendencia de las cosas... Lo urgente que jamás deja tiempo para lo importante... Pero estoy tratando de no perderme, de no olvidar lo que quiero, dándome tiempo para pasarlo bien y disfrutarlo. Tal vez después de todos los sucesos extraños, lo estoy pasando mejor que lo que jamás creí, dándome cuenta, como me dijo mi amiga (la misma del post anterior, Carola!!!!), es la vida preparándome para el futuro, para poder comprender y acoger de la mejor forma posible. Crecer duele, dicen. La vida me enseña. Me dejo enseñar.

Les dejo este poema maravilloso. Espero que lo disfruten. (Dejaré la traducción en los comentarios) Un abrazo para todos!!


IF (Rudyard Kipling)

If you can keep your head when all about you
Are losing theirs and blaming it on you,
If you can trust yourself when all men doubt you
But make allowance for their doubting too,
If you can wait and not be tired by waiting,
Or being lied about, don't deal in lies,
Or being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise:

If you can dream--and not make dreams your master,
If you can think--and not make thoughts your aim;
If you can meet with Triumph and Disaster
And treat those two impostors just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to, broken,
And stoop and build 'em up with worn-out tools:

If you can make one heap of all your winnings
And risk it all on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breath a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: "Hold on!"

If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings--nor lose the common touch,
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much,
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run,
Yours is the Earth and everything that's in it,
And--which is more--you'll be a Man, my son!

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Muy especial noche de sábado


La noche del sábado fue mágica. Comenzó con un concierto un poco accidentado, pero que finalmente valió la pena. Como que parecía inicialmente que todo se hubiera conjugado para que no resultara, que terminaría yendo sola y finalmente recluyéndome a repasar las arritmias y su manejo de urgencia… Pero Dios sabe cómo hace las cosas y encontré a una amiga, de esas que se valoran mucho pero se ven poco, cuya (desconocida para mí) pasión es la música.

El concierto estuvo fenomenal (de hecho por fin aprendí a valorar más la viola), pero lo más sorprendente vino después.

La Carola me llevó a su casa, junto con un amigo de ella muy simpático. Un poco de comida vino y una conversación que me llevaría a límites reflexivos que ahora comparto con ustedes en estas líneas.

Es impresionante ver cómo los patrones desconocidos que llevamos en nuestro subconsciente se suceden, sin que la mayoría de las veces podamos hacer algo para revertirlos. Lo determinante que es la historia hacia atrás tanto la que conocemos como la que no conocemos. Cómo pueden mostrarse y manifestarse tantas veces lo que queremos y no queremos ver…

La verdad es que la magia de ese día había comenzado temprano en la mañana cuando de una personita para mi ya muy querida y que no veía hace mucho me impulsó a pensar en lo ganado y lo perdido entre todos estos acontecimientos para algunos conocidos. En cómo la vida de una manera u otra, te envía las cosas para que crezcas, para que dejes de seguir enredándote en las extrañas dinámicas en que inicialmente te situó, para que te superes y comprendas lo que a tu alrededor muchos parecen no comprender.

Pero jamás esperé que luego de un concierto de música volviera a ocurrirme lo mismo, a partir de personas diferentes e igualmente mágicas… Fueron horas intensas, profundas, que espero prolongar en el tiempo para sacar el mayor provecho de ellas y comprender, sencillamente comprender...

Quiero crecer. Quiero avanzar. Quiero aprender. Y veo cómo la vida me lleva a través de esos pasadizos contorsionados y extraños. Y me doy cuenta de lo mucho que necesito respirar por mí misma, sin tener nadie que me dé oxígeno suplementario. Cómo debo aprender a dejar que los perros ladren y manejar mi propio camino. Crecer duele, o como me decía la Carola, todos llevamos la herida abierta mientras caminamos por las calles. Pero también, como dice en eso que la misma Carola me hizo leer a través de la historia de Quirón (que quién es él??? Por ahora busquen…), “Nuestra propia herida es la que nos da la posibilidad de sanar y transformarnos”. “Sin pasar por el dolor no seremos capaces de comprender y ayudar al otro con su herida”.

Estoy en extremo dispersa. Pero disperso y puntual es lo que he aprendido. Espero de a poco desenrollar este hilo de la vida, y lograr con él estabilizar las estrechas tramas de lo no dicho.

Perseguida

por la culpa de lo no hecho.

Ancestral de sangre,

aposento de lo intangible

en que se expresa la historia.

Los baúles sórdidos de la vida

que nadie quiso reconocer,

y el hambre de las respuestas

son los gritos de los silencios escondidos.

Las jaulas que nos retienen

son las mismas que nos liberan,

cuando nuestro calabozo

somos nosotros mismos.

Espíritu de danza oscura,

hoy desenvainado en luces absurdas…

Entre tus garras encuentro

el coraje de lo implacable.

Entre tu vacío y el mío

Llenamos la humedad de olvido…

viernes, 7 de septiembre de 2007

3ª Edición Bar Per Verso


Esta es una invitación para todos ustedes. Se realiza hoy la 3ª edición del Bar Per Verso, Poesía de Bar, en el Aula Magna de la Universidad Central, Lord Cochrane 418, Metro Moneda, a las 19:00. Habrá sorpresas y un pequeño coctail. Espero verlos ahí!!!!

domingo, 2 de septiembre de 2007

Poemas





Aquí dejo una colección de poemas que hace tiempo llevo escribiendo. Espero sus comentarios y sus críticas.


Vacío

Labios temblorosos
resbalando por tu recuerdo;
entre el sonido de tu respiración
y el de mis pensamientos incesantes…
Añorando momentos de intimidades
que jamás existieron.
Las yemas de mis dedos
ansiosas en la ausencia.
Carne soledad,
oscuro sino de esta habitación.

Sin espera, sin gemidos, sin impaciencia.

Llenas de vacío.



Golpe

La rabia.
Lo incomprensible del golpe.
No soñaste jamás,
tus pasos no te llevaron alto.
Y tus alas cortadas
ahora sólo golpean.

Inmunda,
impenetrable amarga
en tu demencia profunda.
Agujero de corazón
en tu lamentable vacío.

Tu ácido te corroerá
Y yo,
sin inmutarme,

espero.




Último

Vacío.
En silencio creando olvido,
no es posible construir para recordar.
Frustración eterna de lo injusto,
cuando se cree ver el sol
y no hay más que catacumbas.

Las flores encontraron mi mausoleo,
locas todas llenan el último espacio.
Me escondo bajo la tierra amorosa
que me acoje en abrazo final.

Tal vez te extrañe,
tal vez un ángel me rescate,
piel ahogada en sus cenizas
de esta muerte inevitable.



Soñé

Soñé que te besaba.
Tú, ser inalcanzable,
aunque tan cercano.
Y que me tocabas con tus dedos
frágiles y vírgenes.
Tú,
el reservado, el completo el último.
Y desperté con las ansias
luego de recorrer los desencantos,
cayendo en que debo olvidar
y calmar mis aguas agitadas,
hirientes y amedrentadas.


Robo

Motivo de alegría.
Hoy entrando en mundos distintos,
rogando a Dios la compañía,
queriendo estrechar centímetros ocultos.
Por robarte un beso,
por soñar despierta.



Rea

Me persiguen los versos
de alma encarcelada.
La vida se vuelca
para envolverme en su silencio.

Estrechándome en beso de lágrimas,
soportando estoica el puñal.
Quiebra mis aguas,
sólo sus reflejos quedan.



Onírica

Ilusiones guardadas en cajones de noche.
Pasan las horas sin respuesta.
En amaneceres de anís,
en noches de agua.
Sacándole notas a tus poros de piano
cual concertista excelsa,
ignorante de otro instrumento
que no sea las ansias de tus manos.
A cada tramo de la piel,
entre olores y humedades encontradas,
en la venda amor
sobre la realidad conocida
en la sinuosidad de la mirada,
recorro el contorno pérfido
de lo escondido bajo tus pasos.



Amaneceres

Imaginar.
Como amor de tarde,
besos de noche.
Mi aliento mariposa
posado en tus ansias…
Mi timidez paseando
por tus caderas nerviosas.
Sólo imaginar, por ahora,
pensamientos en mandarina.

Amaneceres que no existen
aferrados a espaldas ajenas.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Amigos


Va a sonar cliché, ya sé. Pero no puedo dejar de dedicarles algunas palabras a esos seres excepcionales que son, como muchos dicen, la familia que se elige. La familia que muchas veces hacer por ti y cree en ti incluso más de lo que tu propia familia hace.

Estos días han sido durísimos. Intensos. Tristes. Pero una vez más, mis amigos me toman y me sacan adelante.

No saben, ustedes, cuánto agradezco su presencia. Jamás terminaré de agradecerles lo que han hecho por mí. El apoyo de cerca y lejos, la paciencia, los consejos, las vibras, la disposición...TODO.

Las palabras no me alcanzan para expresarles mi gratitud. Ustedes son el regalo más grande que nunca esperé de la vida. Todos y cada uno de ustedes, a su manera, han sabido acogerme, consolarme y apoyarme. Gracias, infinitas gracias, y espero Dios me dé vida, fuerza y salud para poder alguna vez retribuir de alguna forma todo lo que de ustedes he recibido.