miércoles, 12 de septiembre de 2007

Muy especial noche de sábado


La noche del sábado fue mágica. Comenzó con un concierto un poco accidentado, pero que finalmente valió la pena. Como que parecía inicialmente que todo se hubiera conjugado para que no resultara, que terminaría yendo sola y finalmente recluyéndome a repasar las arritmias y su manejo de urgencia… Pero Dios sabe cómo hace las cosas y encontré a una amiga, de esas que se valoran mucho pero se ven poco, cuya (desconocida para mí) pasión es la música.

El concierto estuvo fenomenal (de hecho por fin aprendí a valorar más la viola), pero lo más sorprendente vino después.

La Carola me llevó a su casa, junto con un amigo de ella muy simpático. Un poco de comida vino y una conversación que me llevaría a límites reflexivos que ahora comparto con ustedes en estas líneas.

Es impresionante ver cómo los patrones desconocidos que llevamos en nuestro subconsciente se suceden, sin que la mayoría de las veces podamos hacer algo para revertirlos. Lo determinante que es la historia hacia atrás tanto la que conocemos como la que no conocemos. Cómo pueden mostrarse y manifestarse tantas veces lo que queremos y no queremos ver…

La verdad es que la magia de ese día había comenzado temprano en la mañana cuando de una personita para mi ya muy querida y que no veía hace mucho me impulsó a pensar en lo ganado y lo perdido entre todos estos acontecimientos para algunos conocidos. En cómo la vida de una manera u otra, te envía las cosas para que crezcas, para que dejes de seguir enredándote en las extrañas dinámicas en que inicialmente te situó, para que te superes y comprendas lo que a tu alrededor muchos parecen no comprender.

Pero jamás esperé que luego de un concierto de música volviera a ocurrirme lo mismo, a partir de personas diferentes e igualmente mágicas… Fueron horas intensas, profundas, que espero prolongar en el tiempo para sacar el mayor provecho de ellas y comprender, sencillamente comprender...

Quiero crecer. Quiero avanzar. Quiero aprender. Y veo cómo la vida me lleva a través de esos pasadizos contorsionados y extraños. Y me doy cuenta de lo mucho que necesito respirar por mí misma, sin tener nadie que me dé oxígeno suplementario. Cómo debo aprender a dejar que los perros ladren y manejar mi propio camino. Crecer duele, o como me decía la Carola, todos llevamos la herida abierta mientras caminamos por las calles. Pero también, como dice en eso que la misma Carola me hizo leer a través de la historia de Quirón (que quién es él??? Por ahora busquen…), “Nuestra propia herida es la que nos da la posibilidad de sanar y transformarnos”. “Sin pasar por el dolor no seremos capaces de comprender y ayudar al otro con su herida”.

Estoy en extremo dispersa. Pero disperso y puntual es lo que he aprendido. Espero de a poco desenrollar este hilo de la vida, y lograr con él estabilizar las estrechas tramas de lo no dicho.

Perseguida

por la culpa de lo no hecho.

Ancestral de sangre,

aposento de lo intangible

en que se expresa la historia.

Los baúles sórdidos de la vida

que nadie quiso reconocer,

y el hambre de las respuestas

son los gritos de los silencios escondidos.

Las jaulas que nos retienen

son las mismas que nos liberan,

cuando nuestro calabozo

somos nosotros mismos.

Espíritu de danza oscura,

hoy desenvainado en luces absurdas…

Entre tus garras encuentro

el coraje de lo implacable.

Entre tu vacío y el mío

Llenamos la humedad de olvido…

4 comentarios:

mariana dijo...

Lindas palabras Maria Paz, se nota que estás pasando por un muy buen momento en tu vida! Besitos, disfruta el diesciosshooo (¿será la edad?)

Paola Andrea Tirapegui Bittner dijo...

entre tu vacio y el mio
llenamos la humedad de olivido

precioso amiga

Anónimo dijo...

eSCRIBES CÁLIDO HACIENDO QUE LA GENTE SE INTERESE EN LO TUYO. cREO QUE ES UN BUEN PRESAGIO PARA ESCRIBIR CUENTOS
y después novelas. Saca a la Isabel Allende que duerme dentro tuyo.

Saludos

RHESO

Anónimo dijo...

http://www.culturaalavena.com/violin.htm QUEDO DE " TRILER " JAJAJAJ