sábado, 1 de septiembre de 2007

Amigos


Va a sonar cliché, ya sé. Pero no puedo dejar de dedicarles algunas palabras a esos seres excepcionales que son, como muchos dicen, la familia que se elige. La familia que muchas veces hacer por ti y cree en ti incluso más de lo que tu propia familia hace.

Estos días han sido durísimos. Intensos. Tristes. Pero una vez más, mis amigos me toman y me sacan adelante.

No saben, ustedes, cuánto agradezco su presencia. Jamás terminaré de agradecerles lo que han hecho por mí. El apoyo de cerca y lejos, la paciencia, los consejos, las vibras, la disposición...TODO.

Las palabras no me alcanzan para expresarles mi gratitud. Ustedes son el regalo más grande que nunca esperé de la vida. Todos y cada uno de ustedes, a su manera, han sabido acogerme, consolarme y apoyarme. Gracias, infinitas gracias, y espero Dios me dé vida, fuerza y salud para poder alguna vez retribuir de alguna forma todo lo que de ustedes he recibido.


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