Convulsa por los recuerdos. Incesantes ellos, llenan el espacio con su presencia, parecen como el gas que se expande para ocupar todo el espacio disponible. Obvio que es difícil, obvio que la sensación es extraña... Y a la vez como que el impacto produce cierta anestesia, para no sentir con toda su magnitud el golpe de la realidad.
Nostalgias y sentimientos encontrados, los recuerdos buenos y los malos hacen su aparición para intentar generar una especie de equilibrio interno (equilibrio, dije?? Ay, Libra y sus constantes esfuerzos...), las imágenes se suceden entre las miradas en silencio...
El silencio otra vez. El silencio ocupando en su presencia el mismo espacio disponible. Pero el silencio es más flexible, se acomoda para dejarle lugar a cualquier otro sentimiento o pensamiento que uno quiera ponerle al lado... Cero mezquindad, pero lo hace a veces más penetrante y desgastador. En fin, el silencio una vez más, llenando otros rincones del alma, puertas cerradas que hacen su mejor esfuerzo, olvidos llenos de alguna incertidumbre maltrecha...
1 comentario:
Este escrito me recuerda el título de un libro de Daniel de la Vega que se llama " Confesiones imperdonables ". Estás escribiendo cada día mejor, es esa escritura sin pretenciones de nada, que en lo personal me encanta.
Sé lo que mueve tus palabras, la procesión va " en silencio" por dentro, es una procesión que grita y grita sin voz, pero las señales se escuchan visualmente de todas maneras. Dios sabrá llevarte por sus mejores caminos.
Saludos
CAPITAN RHESO SPARROW
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