Bar Per Verso

Ayer fue la 2ª edición del Bar Per Verso. Definitivamente fenomenal. Producido. Hermoso.

Una de esas cosas que te llenan el corazón... Es increíble cuando te das cuenta de todas las cosas que hay más allá de lo que está a simple vista.

Lo pasé increíble. Espero con ansias la próxima edición: 7 de septiembre de 2007, Aula Magna de la Universidad Central. Espero ver ahí hartas caritas que esta vez estuvieron ausentes. Agradezco a todos los integrantes del Bar por permitirme estar ahí y compartir con ellos ese espacio, y a todos los que estuvieron ahí por acompañarnos y espero que lo hayan disfrutado. Muchas gracias a todos!!!!!!

"I don't wanna lose your love tonight..."

Es difícil recuperarse de una desilución amorosa. Más aún cuando creíste que era el amor de tu vida, y llevaste todo adelante hasta las últimas consecuencias.

Pero lo más difícil no es recuperarse de esto. Lo más difícil es posteriormente vencer la incredulidad, la negación, la desesperanza. Porque cuando el corazón se entrega por completo y vuelve destrozado, no quieres entregarlo otra vez. Porque entre la lluvia de pasteles y pasteles que veo a mi alrededor, la gran cantidad de personas sufriendo, por encontrarse frente a otros seres que les retuercen el corazón... Cómo confiar??? Siento una sensación de completa desprotección, una inseguridad atroz sobre las personas y sus reales intenciones. Me agobia la posibilidad de dejar entrar a alguien en mi vida, de abrirle las puertas de mi alma... Porque no quiero que me roben un milímetro más de los pedazos de este corazón refaccionado... Cómo saber??? Si cuando las cosas pueden parecer tan traslúcidas pueden ser finalmente algo tan retorcido... Porque siento que el mundo no está hecho para las miradas ingenuas. Y desafortunadamente no sé mirar a través de las paredes de la simulación... La confianza es una enemiga eterna, pero a la vez una amiga que no quiero expulsar de mi vida, no quiero vivir con el recelo respirando en mi cuello.

La respuesta está en la honestidad. En dejar de jugar el juego, de exponer las reales intenciones, por el bien de todos, por el mal de nadie. Tal vez sea esa la puerta que debemos cruzar, para dejar de ver tantas lágrimas y desengaños. Para crear un mundo más vivo, con más sonrisas y colores, porque la felicidad es como un anteojo de celofán: cambia las tonalidades del mundo.... Pero parece una utopía. No dejaré por mientras de preguntarme: Cómo saber???

Mujeres y Comida

Las mujeres tenemos un duelo permanente con nuestros cuerpos. Siempre juzgados, los centímetros de más son eternamente combatidos, en una lucha en que el placer de comer algo delicioso es siempre condenado, seguido de algún sentimiento de culpa expresado o escondido, siempre haciendo algún tipo de cálculo sobre lo necesario para disminuir el impacto de lo ingerido...

Hace unos días, estuve leyendo un artículo escrito por Rafael Gumucio (10 de Julio, Revista Ya, por si alguien lo quiere leer), en que habla de esta patológica relación femenina con la alimentación. Y si bien sé que algunos me reclamarán por el punto de vista sexista del asunto, en este artículo él relataba que esto es el resultado de todas las "nuevas cosas" que ahora hacen las mujeres, esa especie de multiplicidad de roles que tenemos actualmente, en que muchas veces damos cancha, tiro y lado a la población masculina, abrumamos con la adaptabilidad y tenacidad que desplegamos. Trabajar fuera de casa, trabajar dentro de ella. Ser duras, blandas, tiernas, estrictas, inteligentes, estrategas. Y que bueno, la respuesta masculina inconsciente era sujetarnos a través de la comida, alabando lo delgado y estilizado, sabiendo que con eso activan la batalla campal femenina sin fin... Inconscientemente, por supuesto...

Me dio qué pensar el susodicho artículo. No es para menos. Pero de todas formas, hoy declaré que empiezo mi guerra nuevamente. Mi despedida fue un suculento helado de leche asada, mousse de manjar y chocolate (este último light, para amortiguar un poco)... Mañana comienzo otra vez a pelear los gramos, a hacerme el ánimo para ir al gimnasio con frío y todo, y para comer de nuevo platos vegetarianos. Todo sea por no dejar de entrar en mi ropa, porque total, como dije, soy libre, no hay quien reclame por el exceso de centímetros más que yo. Y al que reclame, que se guarde sus reclamos. Mi primer objetivo, y el de todas, debiera ser nuestra felicidad, sin importar cual sea el supuesto look que ella traiga.

Un año de Libertad

Hoy se cumple un año desde el inicio de mi libertad. Libertad ganada con lágrimas, con coraje, con autoestima. Se cumple un año desde que la Dignidad tuvo para mí su triunfo contra la opresión cegada por este amor, que es tan traidor a veces como para hacer que una no quiera ver lo evidente.

Me he preguntado mil veces respecto a eso. ¿Cuál es el preciso instante en que la autoestima y el respeto por uno mismo se doblegan, hasta aceptar cosas que son claramente inaceptables?

Miro a mi alrededor y veo un increíble número de mujeres, amigas, sumidas en la misma situación. Atadas a un ser que dice amarlas; ellas, en ese intento altruista de agradar, en la entrega, se dan completamente... Sin ver que (aunque suene absurdo) mientras más te das y menos pones límites a tu entrega, más exigida y menos apreciada eres. Es como un tira y afloja en el cual la persona tantea hasta dónde puede pedir, hasta dónde soportas. Está claro que esto también le ocurre a los hombres, con la diferencia de que las mujeres que estamos dispuestas a entregarnos sin medida somos muchas más que los hombres que están dispuestos a lo mismo. No digo que eso sea malo para todos. Eso es tal vez una cualidad que debemos aprender: el querernos a nosotras mismas respetando nuestra individualidad.

El problema no es...

El problema no es no querer a alguien. El problema es darse cuenta a tiempo. Todos tenemos derecho a "administrar" nuestros sentimientos, pero lo que más importa es la honestidad a la hora de darnos cuenta de que esos sentimientos tocan a otros.

Desde el Poli

Una vez más me encuentro en la misma situación. Una vez más creo que es la decisión correcta. Me apasiona cada vez que veo un paciente al que le puedo entregar ese algo que me gusta tanto de mí... La psiquiatría me posee en mis raíces profundas, me inunda en el quehacer de todos los días, la espero y la busco entre las aras y las miradas... Pero lo divertido es que casi siempre llegan cuando no las busco :P

Pues bien. Espero que el destino me acompañe en mi camino, la vida me permita hacer lo que amo y persista por siempre esa pasión por hacer las cosas con cariño y paciencia, que nunca me canse de escuchar, que nunca me canse de servir...

Independencia

Qué difícil es a veces ver cómo pasa el tiempo. Y querer con toda el alma que ese tiempo pase con una finalidad... Y mientras más cercano estás a esa meta, como que el tiempo "se toma su tiempo", se demora...

Si hay algo que ansío en estos momentos, es la independencia. Tener mi propia casa, mi propio espacio y disponer de él como yo quiera. Decidir si el mantel es azul o verde, si los platos son redondos o cuadrados, si quiero que sea minimalista o barroca... Lo que yo quiera.

Suena un poco quisquilloso todo esto, pero creo que llega un punto en que a muchos de nosotros nos hastía el estar en lugares ajenos, el depender hasta del horario en que se usa el baño, y tener que bancarnos a veces puntos de vista que nos chocan o se contraponen a nuestras creencias. No es una cuestión de no tener tolerancia, sino de sentir que por primera vez en muchos años, las cosas se hacen a nuestro modo y no al modo de todos. El camino natural de al menos casi todas las otras personas (si, ya sé, hay tanta gente que se queda ya bien pasada de sopaipilla en la casa de los papás... Pero ese no es mi estilo). Ya se viene pronto el trabajo, el sueldo... Lo ansío, lo ansío!!!!!!!! Y casi que a modo de protesta empapelaría la casa de verde fosforescente o de azul eléctrico jajajajajaja.

Así que espero, con toda la ansiedad que mi corazón me permite... Ya vendrá.

"Los sentimientos no son buenos ni malos, sólo son sentimientos"

Los sentimientos son increíblemente poderosos. Pueden generarnos estado de depresión y de euforia, pueden hacernos pensar y decidir las cosas más absurdas. Pueden hacernos llorar por razones diametralmente opuestas. Pueden nublar nuestra conciencia de una forma que ni siquiera imaginamos.

Pero fuera de todas las posibles consecuencias que puedan o no tener, los sentimientos en sí no pueden ni deben ser cuestionados. No digo con esto que nos lancemos a hacer cosas extrañas por el mundo (para hacer sí que debemos pensar), pero sí me pregunto por qué hay personas a las que les cuesta tanto aceptar los sentimientos ajenos. No digo que estén de acuerdo con lo que uno sienta, pero al menos que lo respeten y en último término, no generar más dolor con su incomprensión. Es ahí cuando el silencio es un bálsamo.

Los sentimientos son algo completamente personal. Puede uno sentir cosas totalmente inconsecuentes con lo que hace (Quién no ha sentido alguna vez una total desesperación cuando debe dejar ir a alguien, por su propio bien...), y por lo mismo, quién tiene derecho a juzgarme por sentir?? Podemos opinar y pensar distinto, pero sentir es algo que todos hacemos, cada cual a su manera, cada cual con sus matices, cada cual con sus vivencias... Todas y cada una válidas. ¿Cuándo aprenderemos a respetar?

Seguridad

Alguien se ha sentido como que no hay seguridad en ningún lugar? Tal vez se oye medio paranoide, pero actualmente forma parte de la realidad de todos los días. En una de esas es mejor tomar la conducta contraria, ni siquiera pensarlo, porque total, si esa seguridad no existe, a quién le importa?? Si se piensa que finalmente se puede estar durmiendo con el enemigo, a quien supuestamente tanto "conoces", que por tanto elegiste ese destino... Y finalmente no era verdad, de qué estamos hablando?? Volveremos alguna vez al estado aquél en que la gente era "confiable"?? Nos cansaremos de una vez de toda esta maldita hipocresía y decidiremos de una vez comportarnos y hacer un esfuerzo colectivo para que nuestras vidas sean mejores?? O seguiremos en esta vorágine en la cual nuestro único y final destino es enloquecer de desconfianza??

Definición

Estos días han sido objeto de una lucha constante entre cierta forma de "deber ser" y mis propios principios. Ver pacientes y darte cuenta de que el dolor de guata que traen no es más que el reflejo de un fuerte conflicto familiar o interno, que la rabia que expresan no es con el dolor o contigo, sino consigo mismos, que la indiferencia no es más que la falta de capacidad de ver cuánto te afectan las cosas, por eso tu dolor de cabeza...
Y se supone que debo ser eficiente, de alguna manera no prestar atención a esas cosas porque toman mucho tiempo, tratar el dolor sintomáticamente, vuelva a control en dos semanas, cuando en el fondo de mi alma sé que no le estoy solucionando nada... Pues bien, se acabó. Asumo de una vez que no puedo vivir sin tomar en cuenta las realidades y trasfondos, que no puedo vivir sólo entre colesteroles, anticuerpos, medidas de función hepática y renal... Voy a vivir en medio de lo que no se mide, viviré en medio de lo que se siente, entre las intrincadas estructuras de la mente y del alma, que no se mejora con el ejército de tabletas que podamos dar para mitigar. Tanta necesidad de tantas cosas que somos incapaces de cubrir.. Cómo es posible que cerca del 30% de los síntomas no se expliquen por causas orgánicas??? Ah. De veras. Porque hay cosas que no se miden, sólo se sienten.

Necesidades

Observo a las distintas personas que veo todos los días. Tantas necesidades no cubiertas que existen cada día...

Entre tanto método de comunicación, la soledad parece carcomernos de todas formas. Y la soledad se manifiesta de las más diversas formas. Para los equipos médicos, en la búsqueda de atención por tantos y tan diversos dolores, sin explicación racional alguna... Reflejo de los dolores del alma, como decía una amiga por ahí, todos son el mismo dolor. Cómo mitigar lo inmitigable, reemplazar lo irreemplazable... Tantas madres que quisieran que sus hijos les tomaran atención, padres, hermanos, hijos... Los analgésicos no curan los dolores del alma.

Otra vez

Sí. Lo asumo. Dije que no iba a escribir más hoy, pero no pude evitarlo. Tal vez así comience el vicio del que me han hablado por ahí. Mi computador me acompaña gran parte del día, así que siempre resulta tentador seguir escribiendo en especial para alguien cuyo gran pasatiempo en la vida es escribir.

Hay siempre tantas cosas que decir. Pero la que más me ha dado vueltas en estos días es el asunto del tiempo. Me ha salido el tema por todos lados, entre conversaciones de pasillo, otros blogs, chateos, etc. Y es que el tema es un tremendo tema para todos. No he escuchado aún a alguien que me diga algo así como "Me da lo mismo cómo pase el tiempo". La percepción parece ser siempre la misma: el tiempo escasea, el tiempo que tenemos es irremediablemente absorbido por cualquier cosa, ya no parece pertenecernos, sino que al revés, nosotros le pertenecemos entre los múltiples antojos ajenos. Y pretendemos multiplicar los tiempos agregando tecnologías que más que darnos tiempo para aprovechar con nosotros mismos o en lo que queramos, nos agregan tiempo para seguir haciendo cosas en aras de la susodicha y tan mentada eficiencia... Esclavos somos de nuestro propio sistema que hemos ido creando.

El reloj siempre esclavizador, cuando habría soñado el pobre que su tic tac nos iba a dejar corriendo en un ritmo tan loco, que iba a dominar nuestras vidas en una tiranía inesperada. Y a veces el tiempo requiere ser tan desesperadamente estirado... Y la mayoría de las veces, pasa lo mismo, lo urgente no deja tiempo para lo importante. dejamos atrás miradas, momentos, sensaciones, que no se repetirán y dearán a uno u otro lado con un sabor a inconcluso, a haber sido levantado y dejado caer...

Me pregunto si alguna vez este círculo tendrá fin. Cada día que pasa veo gente más descontenta, más apurada, quejándose del inexorable paso de las horas, lamentando los escasos lapsos que pueden pasar con su familia, sus hijos o descansando. Sintiendo cómo se nos va la vida entre pequeñeces. ¿Seremos capaces de detenernos antes de estar todos enfermos? ¿O sólo el desequilibrio masivo nos hará darnos cuenta de lo que hacemos? Ojalá no lo sepamos demasiado tarde, ojalá que la sabiduría no nos llegue atrasada por culpa del taco.

INAUGURACIÓN

De a poco el ingreso en el mundo tecnológico me va absorbiendo más y más. Uno nunca sabe lo que terminará escribiendo, tal vez esa es la gracia de esto, la oportunidad de divagar y de decir en algún punto lo que siempre se quiere decir. La verdad es que el impulso final me lo dio Mariana para finalmente decidirme a matricular mis pensamientos en esta pizarra pública, especie de diario virtual con (espero) un poco más de continuidad que mi fotolog.
Tengo la suerte de tener una pequeña tribuna personal y particular para observar múltiples realidades. La suerte de ver en mi recorrido muchas personas con existencas tan disímiles. Pero espero no aburrir a la concurrencia con extravagancias extrañas... Sólo eso por hoy. Ármense de paciencia.